miércoles, 8 de diciembre de 2010

Mi otro superhéroe (Julian Assange)

Me cuesta mucho identificarme con una persona famosa, porque siempre tengo la sensación de que no la conozco del todo y me puede sorprender negativamente (y más después de que Carlos Jiménez saliera del Estu). Pero si hay alguien al que actualmente admiro (Auricumán aparte) es a Julian Assange, fundador de Wikileaks.

Realmente admiro a todo su equipo, aunque él sea la cabeza visible. En apenas 4 años desde la fundación de Wikileaks, la organización ha publicado más documentos clasificados que toda la prensa mundial junta, he denunciado miles de injusticias, ha sido determinante en las elecciones de Kenia, ha destapado grandes escándalos, ha mostrado cómo los ministros españoles trabajaron para que no prosperara el caso Couso, ha destapado cómo las leyes españolas sobre propiedad intelectual vienen determinadas por la industria del entretenimiento estadounidense, ...



Cuando se trata de flujos de información, creo que cuanto más libremente circule la información, más fuerte será la sociedad, porque entonces los ciudadanos de los países del mundo pueden pedir responsabilidades a su propio gobierno

No. Esta frase no es de Julian Assange, ni de nadie relacionado con Wilileaks. Precisamente es del líder de sus máximos detractores: Barack Obama. El presidente negro del "Yes we can", lema que le valió un premio Nóbel de la Paz, y todo su equipo están luchando para que no salgan a la luz todos los documentos que quedan, así como intentar ningunear los ya publicados.

Mientras tanto, Sarah Palin pide la persecución de Assange comparándolo con Bin Laden, un asesor del primer ministro canadiense dice que Assange debería ser ejecutado y 'periodistas' de todo el mundo le acusan de mil y una cosas. Las empresas no se quedan atrás: los bancos cancelan las cuentas de Wikileaks, Mastercard y Visa cancelan las donaciones a sus cuentas (se mantienen a base de donaciones), Paypal cancela su cuenta basándose en una cláusula contra organizaciones terroristas, Amazon les expulsa de sus servidores, la web de Wikileaks es saboteada... y lo que quedará. Además, la cabeza visible de Julian Assange tiene que ser desprestigiada: ha sido detenido, entre otros cargos, por "haber mantenido relaciones sexuales con una mujer sin preservativo y mientras ella dormía" (y yo que creía que eso sólo pasaba en los vídeos de Pornotube...)

Ahora se da un hecho curioso. Wikileaks publica filtraciones contrastadas que le han llegado mediante fuentes anónimas, pero debido a esta persecución ha tenido que dar estas filtraciones a varios periódicos (El País entre ellos) para que sean éstos los que las publiquen. Curiosamente, aunque estos periódicos estén haciendo lo mismo que Wikileaks (publicar información clasificada que les ha llegado) nadie parece molestar a Polanco y compañía.

A los amos del mundo les parece molestar que los ciudadanos nos enteremos de todos sus tejemanejes. Les parece molestar que, aunque ellos sepan todo de nosotros, nosotros empecemos a conocer cosas suyas. Les parece molestar que se pueda acabar todo este secretismo con el que hacen las cosas y con el que siempre salen beneficiados.

Y todavía habrá quien se pregunté por qué el mundo necesita a Wikileaks (se le pueden poner subtítulos en inglés o en español):



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