miércoles, 20 de enero de 2010

Pensamientos en una noche de invierno

Cuatro de la mañana. Una noche más volviendo a casa en el búho(*) deseando llegar para poder meterme en la cama a descansar. De pie. El autobús iba lleno, como siempre. Como de costumbre, había un grupo de chavales con ganas de marcha, bebiendo y fumando dentro del autobús. Cuando les vi debían de ya llevar un rato sin que nadie les dijese nada. Muchas malas caras alrededor, pero ninguna palabra. Grito.

Los chavales se ponen gallitos y me dicen que abra mi ventanilla. Les mando a la mierda. El autobús se me une. Gritos. Los chavales se acobardan, pero siguen en sus trece.

Al final aparece un policía de paisano (nada de incógnito, simplemente volvía a su casa en el bus), los chavales se acojonan y apagan los cigarros. El autobús festeja su éxito.

- Siempre tiene que haber unos gilipollas - comparte una señora con el gentío.

- Y siempre los habrá. El problema es si el resto les dejamos creerse los amos del mundo.


Ya sin humo, me sentía peor. No sabía qué me jodía más, el hecho de que haya unos gilipollas que se crean por encima del resto, que haya tenido que aparecer un policía para solucionar el problema, o que la gente sea tan jodidamente pusilánime como para aguantar sin decir nada. Creo que lo último.

Siguiendo la moda de enlazar posts, eché en falta unas palabras de Howard Beale.

(*) Búho: autobús nocturno, para los no-madrileños. Aunque no sé si habrá alguno que lea el blog. Realmente dudo de si hay alguien que lea el blog.

martes, 5 de enero de 2010

Cosas que no soporto (II)

Juguemos a los posts encadenados:

Me entristece que en nuestras escuelas no se nos enseñe a pensar por nosotros mismos, sino a aceptar un código totalmente ajeno a nosotros. Pero sobretodo, que se nos enseñe como un dogma de fe.


¿Qué porcentaje de la población actual aprobó la Constitución actual?

Pista: En 1978 la aprobó el 58,97% de la población.