Cuando coqueteamos con otra persona tienen lugar diversos cambios físicos en nuestro cuerpo de los que no somos conscientes y que hacen aumentar nuestra belleza:
- Los músculos y la piel se vuelven más tensos, lo que produce que desaparezcan las arrugas y ojeras de nuestra cara, la piel se vuelva más pálida o rosada y las piernas más tensas
- El labio inferior se hace más pronunciado y tendemos a dejar la boca entreabierta
- La mirada brilla y las pupilas aumentan de tamaño, al ver algo agradable
Nuestra postura corporal también sufre alteraciones durante el galanteo:
- La postura es más enderezada, sacando el pecho y elevando la pelvis
- Nuestro cuerpo mira hacia la otra persona, intentando evitar cualquier obstáculo que haya entre medias. Así mismo, tratamos crear barreras hacia el exterior para evitar ser molestados, como ya vimos en el tema de la postura corporal
- Las piernas forman un círculo, con las puntas de los pies casi tocándose
- Se tiende a ladear la cabeza
Aparte de estos cambios en nuestro cuerpo, también modificamos nuestros gestos. Todos ellos son generalmente realizados por mujeres, aunque también los realizan algunos hombres:
- Con cierta frecuencia, sacuden la cabeza para recolocarse el pelo o lo tocan con los dedos, exhibiendo la preocupación en que éste esté perfecto
- También se tiende a tocar mucho la ropa, realizando figuras imaginarias con los dedos
- Se suelen mostrar las muñecas y las palmas de las manos al toser, al fumar, al tocarse el pelo, ...
Pero hay que tener cuidado, porque no siempre estos gestos tienen este fin. En algunas ocasiones se utilizan para conseguir convencer a alguien o simplemente de manera inconsciente cuando se tiene una conversación agradable, en lo que llamamos cuasi-galanteo.
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